domingo, 2 de enero de 2011

EL AGROTURISMO



Foto: Superior, excelentes condiciones para el agroturismo; inferior, fiestas regionales de San Juan 2010 en Tingo María.

“Agroturismo” lo llamamos aquí a la forma de turismo en la que la cultura rural es aprovechada económicamente para el turismo.

Se parece al ecoturismo, pero no trata de atraer turistas con la naturaleza, sino sobre todo con paisajes cultivados. Si las ofertas para turistas hacen que aumenten los ingresos de la población rural, el agroturismo puede promover el desarrollo regional.

Para que la propia población rural ayude a conservar la variedad natural, debe reconocerla como valiosa y digna de protección.

Existen numerosas otras formas de turismo en el medio rural, pero que no son agroturismo en sentido estricto: p. ej. el etnoturismo, el turismo de proyectos, el turismo de la salud, el turismo histórico, el turismo cultural y el turismo de aventura. El concepto de ”agroecoturismo“ es utilizado por le general como sinónimo de ”agroturismo“.

Como plantea Budowski (2001), el agroturismo, es una disciplina aún no regulada, que nace del interés del turista por descubrir ciertas prácticas agrícolas y participar en su manejo, incluyendo la cosecha. Hay confusión en la descripción de la disciplina con términos como agroecoturismo, turismo rural, etc. Aunque el interés principal del visitante está motivado por las labores propias de un establecimiento de campo, no excluye el disfrute de acciones complementarias.

Varios estudiosos del tema, definen el agroturismo como una modalidad del turismo rural, que se caracteriza por la visita a emprendimientos rurales para conocer de actividades agropecuarias, involucrándose directamente en las mismas. Esto puede dar origen un conjunto de actividades asociadas, tales como hacienda-hotel, pesque-pague (pesca y paga), posada, restaurante típico, ventas directas del productor, artesanía, industrialización y otras actividades de recreación ligadas a la vida cotidiana de los pobladores del campo. (Figueroa, 2000; Velarde, 2000).

Ejemplos concretos de agroturismo serían: participar en una recolecta de café o de otras frutas (naranjas, plátano, cacao), ordeñar manualmente una vaca, asistir a una corrida típica de toros, participar de un proceso de elaboración de panela (tapa de dulce) o de un queso, conocer y participar las prácticas que se llevan a cabo en un vivero de plantas ornamentales, etc.

AGROTURISMO Y DESARROLLO RURAL

El turismo rural en sus diferentes manifestaciones muestra potencialidades como medio para contribuir al desarrollo y el bienestar de las comunidades rurales. El agroturismo, permite en la práctica visual izar, entender y valorizar la importancia de la consideración de algunos de los elementos conceptuales y metodológicos que se incluyen dentro de los enfoques actuales del desarrollo rural; así:

ü El agroturismo es una actividad que contribuye a la revalorización del concepto de territorio y de su importancia como eje alrededor del cual se pueden generar aproximaciones de análisis, elaboración de propuestas de intervención y la puesta en marcha de acciones colectivas.

ü El enfoque en el territorio como eje de las iniciativas de desarrollo rural crea un ámbito en el que las actividades del agroturismo, la agroindustria rural y muchas más se articulan de manera armónica e integral dentro de un espacio específico, en el que se reúnen actores en distintas modalidades y con diversos objetivos, dentro de un marco normativo y social que regula sus relaciones. Con ello se privilegia una concepción multidimensional , en la que lo ambiental , lo económico, lo social y lo político institucional interactúan en un espacio geográfico, histórico y cultural.

ü Dentro de ese marco de referencia, el agroturismo es una actividad que muestra con claridad la multi dimensionalidad del desarrollo con enfoque territorial ya que tiene un papel en la dimensión económica, al generar empleo, ingresos y desarrollar mercados de servicios conexos; en la dimensión social , en lo que tiene que ver con el desarrollo artístico y la recreación y la valorización y preservación de herencias culturales; en la dimensión ambiental, pues algunas actividades turísticas se fundamentan en la administración y gestión de recursos naturales, en el manejo equilibrado de ecosistemas y en la preservación de la diversidad biológica y en la dimensión político-institucional, si en su planificación, ejecución y control , se dan procesos democráticos de toma de decisiones y se fortalece la capacidad de autoadministración de las comunidades locales.

ü El agroturismo es un ejemplo de que en los espacios rurales se desarrollan actividades económicas más allá de la concepción sectorialista de lo agropecuario y un elemento de lo que a comienzos de los años 90 permitió plantear el concepto de agricultura ampliada, con el que se llamó la atención a visual izar mas allá de lo agropecuario y a reconocer la importancia de las actividades “extra prediales”, que explicaban la mayor parte del valor agregado de los productos originarios del medio rural .

ü Así mismo el concepto de agroturismo se puede tomar como un caso más de Empleo Rural No Agrícola (ERNA) y del Ingreso Rural No Agrícola (IRNA), que refuerza los resultados de investigaciones real izadas recientemente en distintos países de la región que coinciden en señalar que el IRNA representa un porcentaje muy alto —y creciente en las últimas décadas— del ingreso total de los hogares rurales pobres y que en su ausencia, la magnitud de la pobreza sería varias veces mayor. El ERNA forma parte de las estrategias de vida de los pobres rurales y es una vía de sal ida de la pobreza, para muchos hogares e individuos rurales que carecen de los recursos y tipos de capital requeridos para intentar otras opciones de progreso, como puede ser la emigración o el trabajo agrícola por cuenta propia. Los espacios rurales que muestran un crecimiento real en el empleo no agrícola son espacios de crecimiento de los pueblos y ciudades intermedias y de fortalecimiento de los vínculos entre el los y su espacio próximo rural con comercios no agrícolas, sistemas de transporte, mayores alternativas de servicios de recreación, bancos, tiendas, restaurantes y talleres.

ü Como resultado de esos trabajos se plantea que el desarrollo de la ERNA ofrece una alternativa a la modernización del medio rural , mediante el desarrollo local de la industria y los servicios, lo que genera opciones de desarrollo laboral o profesional que para muchos resultan más atractivas que el trabajo agrícola, y, especialmente, mucho más que el trabajo asalariado agrícola. Esta visión del empleo e ingresos rurales no agrícolas como elementos deseables de una sociedad rural moderna, contrasta con los esquemas convencionales que ven en la caída del empleo agrícola una manifestación de progreso económico (Berdegué 2001).

ü Ese crecimiento acelerado de las actividades no agrícolas en el mundo rural, ha dado lugar al surgimiento de lo que se denomina agricultura a tiempo parcial (ATP), que es el concepto que pretende explicar la situación que se da cuando la labor agrícola se complementa con un trabajo asalariado externo, o bien cuando en el ámbito familiar se desarrollan actividades económicas que no se relacionan necesariamente con la producción agrícola y que ha sido definida por el Cent ro de Estudios de la Agricultura Europea como “la práctica de una familia agrícola en la cual uno o más miembros desempeñan actividades laborales retribuidas distintas o adicionales a las de la granja agrícola familiar” (Annessi 2001). Las demandas laborales derivadas de actividades relacionadas con el agroturismo caben dentro de esta concepción, con la que se reconocen las alternativas para alcanzar una estabilidad económica y social dentro de estructuras flexibles, que se van adaptando a los continuos reordenamientos de las economías locales.

ü Dentro de otra visión, se puede afirmar que el agroturismo puede ser considerado como una manifestación de las iniciativas empresariales que se configuran dentro de conceptos y procesos enmarcados en los principios de la nueva ruralidad, si se considera que este planteamiento promueve la valorización de elementos como la tradición y la historia que han permitido construir culturas que incorporan cosmovisiones particulares, lenguajes, formas de relación, valores estructurados alrededor de una moral , principios éticos, sentidos de pertenencia e identidad, que determinan la forma de organización e inclusive la economía propia de un territorio rural y de las expresiones de la organización social y de la base cultural de los pueblos rurales (Echeverri 2001); una de cuyas expresiones lo constituyen las comidas locales, las tradiciones relacionadas con su preparación y consumo, el saber hacer propio que constituye la base de muchas agroindustrias rurales y la expresión de cultura asociadas con esas actividades.

ü También se puede considerar al agroturismo como una expresión de la multifuncionalidad de la agricultura, o mejor aún del mundo rural, en el sentido que l leva asociado la producción de bienes públicos, que no necesariamente tienen mercados tangibles (paisaje, biodiversidad, emisión de oxígeno, permanencia de asentamientos humanos en zonas rurales, tradición, cultura) junto con la producción de bienes transables directamente (alimentos, bebidas, artesanías, cueros, confecciones, etc.).

ü Por último, hay que destacar que existen diversidad de opiniones de los investigadores y estudiosos del tema con relación al impacto del turismo en el desarrollo rural, habiendo coincidencia en que procesos similares pueden dar origen a diversos efectos, dependiendo del contexto en el que se real icen. La visión positiva del efecto del turismo sobre el desarrollo está relacionada con la dinamización de la inversión y la generación de empleo e ingresos; la negativa, plantea procesos de aculturación y destrucción del estilo de vida tradicional y los procesos inflacionarios que generan, manteniendo en esta forma las desigualdades existentes. Se podría decir que en turismo primero se ha dado su desarrollo operativo y luego se han venido formulando conceptos, teorías, perspectivas y metodologías de análisis.

Bajo estas perspectivas, Tingo María tiene enormes potencialidades para generar una gran industria del agroturismo y del del ecotursimo.